lunes, 30 de julio de 2007

Nada

Supongamos un estadio de fútbol (incluyendo gradas), cualquiera de cualquier equipo de la LFP. Ahora bien, en el centro del campo, supongamos una mancha de un par de milímetros o tres. Esto es una imagen a escala del tamaño de un átomo (el estadio) comparado con el tamaño de su núcleo (el punto de dos milímetros). A menudo decimos que la materia se compone de átomos. En realidad, eso depende de qué entendemos por "materia".
Efectivamente, los objetos de nuestro entorno están hechos de átomos, pero éstos a su vez están compuestos de partículas más pequeñas y vacío. Siguiendo con la imagen del estadio, los electrones se encuentran en las gradas, saltando de un asiento a otro, de vez en cuando algún espontáneo que salta al campo. Los electrones apenas tienen masa. La masa, lo que reconocemos como "materia" cuando le pegamos una patada a un balón, se concentra casi en su totalidad en el núcleo; la mancha de dos milímetros. Aparte de eso, el resto del espacio del átomo está vacío.
Casi toda la materia del átomo se concentra en una parte mil millones de millones de veces menor que su volumen. La materia por tanto, está hecha de puntos muy pequeños y densos (los núcleos) y vacío, sobre todo. El monitor en el que lees esto, el servidor donde se guarda en Internet, la silla en la que te sientas, el suelo sobre el que andas, el vaso del que bebes, lo que bebes, tú, yo ... todo lo que existe, está compuesto, principalmente, de nada.

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