martes, 27 de mayo de 2008

Mañana vas a recibir una llamada

Mañana vas a recibir una llamada. Sé eso porque conozco bien a quien te va a llamar; sé qué motivaciones tiene, y sé cuándo se le pasarán por la cabeza esas motivaciones. Sé qué sucesos harán que despierten esas motivaciones y sé cuándo y cómo sucederán esos sucesos. En resumen, sé que mañana vas a recibir una llamada.
También sé cuándo la vas a recibir. Porque por supuesto, conozco los horarios de quien te va a llamar. Sé cuándo tendrá el rato libre; suficientemente grande para hablar tranquilamente, y suficientemente pequeño para no perderse el resto de su vida. Como ves, soy muy bueno en lo mío.
Porque sé qué voy a hacer yo mismo mañana. Dentro de mi complejo horario, sé cuando encontraré un rato libre, más o menos grande, en el que pensaré que la mejor idea es llamarte. Despertado por aquella canción que escuché anoche; esa serie de notas que por muchos motivos va unida a una serie de recuerdos que me apetece recordar (recordar, esa es mi motivación). Y hasta aquí todo lo que yo puedo saber ...
¿Leerás esto antes de que llegue mañana y decida llamarte? ¡A saber!

lunes, 26 de mayo de 2008

Perdidos

Recientemente he terminado de ver la tercera temporada de Perdidos (el que me adelante algo de lo que pasa en la cuarta temporada que se prepare, porque las consecuencias pueden dar para varios capítulos de una saerie sobre el sufrimiento humano). Amenazas aparte, ¿habeis sido tan frikis como yo, como para preguntaros "y todo esto, dónde se rodó"? Sinceramente, dados los paisajes, me encantaría visitar tal lugar.
Así que hice una visita a Wikipedia, y luego a Google Earth, y he aquí mis hallazgos. La isla de Perdidos, en efecto existe, es una isla y está en mitad del Pacífico (no del Índico, como dicen e la serie). Tampoco es una isla desierta (o parcialmente desierta ;) ). Se trata de la isla de Oahu, en el archipielago de Hawaii. Alberga la ciudad de Honolulu. Abajo os pongo una imagen del extremo noroeste de la isla (si quiereis verla, fijaos en las coordenadas y buscad en Google Earth o similar. Si no habeis visto la serie hasta al menos el principio de la tercera temporada, no sigais leyendo, desvelo cosas de la trama), y he marcado dos puntos. El punto 1 es lo que parece una pequeña finca o algo así... Se trata de la aldea de los otros. El segundo punto es donde se conserva un trozo del avion y el avion de la droga.

viernes, 23 de mayo de 2008

Sucesión

Decía alguien, no sé si en la vida real o en un sueño, que lo único triste de ver llegar la primavera cada año, era ver seis meses antes cómo se acaba el verano.
Y ahora, a estas horas que estoy también con un pie en la vida real y otro entre los sueños, con un chupito recién tomado (es la única solución a mi alergia a un agente primaveral desconocido), creo que acabo de encontrarle sentido a esa frase.
Y es que la vida, al fin y al cabo está sujeta a ciclos, invariablemente. Sabemos esto desde la antigüedad, y por eso inventamos los días y los calendarios. Las revoluciones, las guerras, los imperios. Las modas, las leyendas urbanas. Todo surge en su primavera, brilla en su verano, decae como las hojas en el otoño y desparece fríamente en su invierno.
Y no es sólo en la naturaleza, o en la sociedad, sujetas a las leyes de la física y la estadística. Las personas, sujetas a nuestras propias normas, también vemos cómo las cosas se repiten una y otra vez en nuestras vidas.
Los amigos, los amores, las épocas buenas, las épocas malas, el ocio, el negocio... oscilan constantemente, y cuando parecen haberse resuelto, se vuelven a complicar.
Sin embargo, nada se repite por repetirse. Una repetición no es igual que la anterior. El siguiente ciclo no es el mismo ciclo, es el ciclo que sucede a este ciclo. La rueda da muchas vueltas, pero avanza, no se queda quieta en el mismo punto.
En la vida, a base de repetir lo mismo, se acaba viviendo todo...

martes, 6 de mayo de 2008

Cinco minutos

Cinco minutos, eso es todo lo que tienes. No hay vida más allá de este texto. Cinco minutos es lo que tardas en leerlo y pensar en lo que lees. Y esto pasa una, y otra, y otra vez. Un bucle en el tiempo, que no tiene salida, y de una iteración a la siguiente, no hay ninguna pista que te recuerde que ya has pasado por aquí. Tus recuerdos son falsos, son contenidos de una mente recién creada. No ha habido ningún camino desde el momento en que naciste hasta el punto en que empezaste a leer este texto. En ningún momento encendiste tu ordenador, y jamás tecleaste la dirección o hiciste clic en ningún enlace. No hay más texto en este blog, no hay más páginas en Internet; no hay Internet. Detrás de la ventana de tu habitación no hay un mundo exterior, incluso puede ser que estés rodeado por una burbuja de existencia, una superficie pintada que está justo donde tus manos no llegan. Tampoco hay ningún futuro. Inevitablemente, pasados cinco minutos, te olvidarás de esto, y sin llegar a darte cuenta, desaparecerás de la existencia. Si existiera un después, ese después sería el momento en que empezaste a leer este texto. Lo has leído toda la eternidad, y lo seguirás haciendo el resto de la eternidad. Cinco minutos de vida, en infinitas vidas.