sábado, 19 de febrero de 2011

Vivir por un día y rendir cuentas mañana

¿Y si un día te despertaras, y en vez de empezar con la rutina de siempre, hicieras aquello que siempre has querido hacer y nunca te has permitido?


Vives haciendo siempre las cosas que puedes hacer; que casi nunca son las que querrías hacer. Día a día, reprimes tus verdaderos deseos, dejándote llevar por la inercia. Y todo porque sabes que, de no hacer lo que tienes que hacer, habrán consecuencias. No quieres poner en peligro tus compromisos, no quieres que piensen mal de ti, no quieres perder el dinero que, en el futuro, te puede hacer falta. Hay mil y un razones razonables para aplastar un sueño.


Pero bueno, ¿y qué? ¡Al infierno con todo! No es ningún secreto que el tiempo corre, que las oportunidades no siempre vuelven. Si no vivimos nuestros sueños, no vivimos.



Repito: ¿y si un día te despertaras, y en vez de empezar con la rutina de siempre, hicieras aquello que siempre has querido hacer y nunca te has permitido? Podrías hacer que el sueño se trasladase al día, que comenzase justo al despertar. Olvidarte del mañana y del ayer, olvidar quien eres y ser quien quieres ser. Ya habrá tiempo de asumir las consecuencias mañana, cuando seas un poco más feliz; y más sabio.



Sin compromisos, sin tabúes, sin crisis, sin preocupaciones, sin miedos, ... sin límites. Por todo eso, reivindica el "Vivir por un día y rendir cuentas mañana".
Un día para que cumplas aquellos sueños reprimidos, sin considerar las consecuencias. Para dar un giro a tu vida, para descubrirte a ti mismo, para dar un gran salto en la dirección que quieras, o, simplemente, para tener en tu cuenta un día inolvidable más.

No hay comentarios: