sábado, 11 de marzo de 2006

Entre amapolas

Y de repente, en medio de aquel valle paradisíaco, un sonido familiar llamó su atención. Venía desde el cielo, por encima de sucabeza, de entre las nubes, como un pitido intermitente. Miró hacia la dirección de donde venía el ruido, y entre las nubes no divisó nada. Al volver la vista sobre el valle lo encontró cambiado. Ya no era verde y vivo, sino yermo y blanco; ya no flotaba aquella luz mágica en el ambiente, sino una vaga luz que apenas dejaba apreciar los detalles. Alargó la mano para apagar el despertador.

Las seis.

¡Qué absurdo! Después de dormir horas y horas, estaba más cansada que cuando se acostó. Necesitaba más. Al fin y al cabo, el despertador sonaría dentro de cinco minutos, así que dar una cabezada más no le haría daño alguno.

Media hora más tarde se disponía a cruzar la calle hacia la universidad. Miró a un lado, luego al otro, no pasaba nadie. Se dio cuenta que realmente estaba sola, la ciudad parecía muerta.... ¡muy raro en la hora punta! (a no ser que se jugara un partido de la Selección española, claro...). Al llegar a la otra orilla descubrió un pasaje nuevo, en el que nunca había reparado antes. Decidió entrar para tantear el terreno nuevo; le echaría un vistazo a las tiendas cuando estuvieran abiertas. Anduvo varios minutos por aquel pasillo, lleno de escaparates cerrados, oscuros y vacíos. Definitivamente, aquel lugar no tenía nada interesante... Se dió la vuelta, para comprobar con sorpresa que al fondo del pasillo no estaba la calle, sino otro escaparate. ¿Había girado sin darse cuenta? Llegó al final y vio que a su derecha se abría otro pasillo, pero éste también estaba cerrado. ¡Qué locura! Quizás al final de este nuevo pasillo... pero tampoco, otro pasillo más. Seguro que se había equivocado de dirección. Quiso volver, pero ¡sorpresa! El nuevo pasillo también estaba cerrado. ¡Y ESTA VEZ ESTABA SEGURA DE QUE NO SE EQUIVOCABA! O aquellos pasillos estaban vivos, o ella estaba loca. Con dudas, penetró en el nuevo pasillo, y vio que al fondo había un ascensor con las puertas abiertas. ¿Entrar? ¿No entrar? ... Entró. Antes de que se cerrasen las puertas del ascensor, vio con horror que el pasillo que acababa de abandonar, al cual habia llegado atravesando otro , ahora tenía una longitud de apenas dos metros, y no tenía ninguna puerta, sólo paredes. Se cerraron las puertas del ascensor antes de que pudiera comprobar que sólo tenía un botón amarillo: "ALARMA". Desesperada, presionó el botón hasta el límite de sus fuerzas. Y pudo oír un pitido intermitente que venía de algún punto por encima de su cabeza.

Las siete y cuarto.

Vaya palo, ya perdería por lo menos una hora de clase. Total, seguía cansada, otros cinco minutos, no podrian hacer mucho más daño del que ya se había producido.

Allí no la encontrarían. ¿Pero qué había hecho? ¿Por qué la perseguían? No lo sabía, pero no le interesaba para nada tener antecedentes penales desde tan joven. Y ya era tarde para colaborar. Era una fugitiva. Los vio correr por la entrada del callejón, sin darse cuenta de que estaba escondida detrás del contenedor. Pasaron diez minutos, la cosa se calmó, nadie más pasaba por ahí. Las sirenas sonaban muy lejos. Se asomó, y a la entrada del callejón vio una figurilla mirándola con cara de curiosidad. Era un chucho callejero, pequeño, gracioso. A ella le encantaban los perros, y le agradó aquella compañía simpática. Pero el perro retrocedió a su paso, mirándola con desconfianza. Le ladró varias veces, y salió corriendo, ladrando hasta perderse en la distancia. Apenas un minuto más tarde, toda la calle se inundó de luces, sirenas y hombres armados. La metieron en el coche, esposada, y el conductor arrancó. La sirena comenzó a sonar, pero con un sonido muy extraño y diferente al de cualquier coche de policía. Era como un pitido intermitente, que sonaba en el techo del vehículo, por encima de su cabeza ....

Las doce y media.........

Las tres

Las cinco y veinte

Y así pasó la mañana entre amapolas, perdiendo batallas imaginarias que le impedían acudir a las batallas reales...

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